Las enormes inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Guadalupe han dejado hasta la fecha al menos 52 muertos en el estado norteamericano de Texas, en especial en el condado de Kerr, donde ya han muerto 43 personas, entre ellas 15 niños, por el enorme torrente de agua que se ha cebado con el centro y el sur texano; la región conocida como Texas Hill Country, bajo la amenaza otra vez de inminentes lluvias torrenciales y nuevos desbordamientos.