Para la cita de Los Ángeles 2022 volvió todo a su estado inicial y aunque para la celebración de la X Cumbre en República Dominicana (1.º al 5 de diciembre del 2025) se había confirmado que estarían todos los países, en días pasados se dio marcha atrás a tal decisión y tres resultaron excluidos: Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Tal práctica era esperada después de la visita a tierras quisqueyanas en febrero de este año del secretario de Estado de EE. UU., Marcos Rubio, quien tuvo la desfachatez de decir “que ojalá hubiera un cambio de Gobierno en esos países antes de la Cumbre”.
Nadie mejor que José Martí, en su ensayo Nuestra América, para responder a este nuevo intento de aislamiento político que pretende gestarse desde una Cumbre de sumisión, más que de inclusividad. “Los pueblos han de tener una picota para quien les azuza a odios inútiles; y otra para quien no les dice a tiempo la verdad”.
La Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y los sindicatos rechazamos y condenamos cualquier intento de minimizar nuestra voz y ejemplo en un espacio que abordará como tema central la seguridad humana en sus diversas dimensiones. ¿De qué respeto a la seguridad, diversidad y soberanía puede hablarse en una Cumbre si quedan fuera de ella pueblos que tienen mucho que mostrar en esos temas?
La solidaridad del pueblo dominicano y sus sindicatos ya se sienten con el país de nuestro hemisferio que soporta el bloqueo económico, comercial y financiero más despiadado. En el Foro de la Sociedad Civil y actores sociales, que tendrá lugar por esa misma fecha en Punta Cana, no faltará la condena a la versión 2025 de la conocida Doctrina Monroe. Y no podrán impedir que el nombre de Cuba se grite, se aplauda y se abrace.
Como tampoco podrán impedir que se condene la amenaza y una probable agresión de Estados Unidos a la República Bolivariana de Venezuela. ¿Una Cumbre de las Américas que supuestamente pondera la unidad puede pasar por alto lo que sucede ahora mismo en las costas del Caribe, con el despliegue de barcos y aviones de guerra estadounidenses? Estos hechos violan de manera flagrante la Proclama de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, acordada en La Habana 2014.
Cuba respalda todos los diálogos, vínculos y cooperación con Nuestra América, la del Río Bravo hasta la Patagonia. Aboga por la paz y la seguridad que el mismo que convoca a esta décima edición en Punta Cana destruye o apoya con sus armas y prepotencia. Cumbre excluyente, Cumbre fracasada.
Fidel Castro Ruz en el 2009 lo dijo en apretada síntesis. “¿Quiénes exigen ahora nuestra exclusión? ¿Acaso no se comprende que los tiempos de los acuerdos excluyentes contra nuestro pueblo han quedado muy atrás? (…) Lo conocen bien quienes deben conocerlo, pero no se nos puede pedir guardar silencio ante concesiones innecesarias e inadmisibles. ¡Hasta las piedras hablarán!”.
Es Nuestra América. No puede haber una Cumbre de sumisión.