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Villa Clara

 Oportuna respuesta de los agroazucareros villaclareños ante el déficit de productos  Ante el déficit de productos para atender las plantaciones y otros cultivos, los agroazucareros villaclareños incursionan en el montaje de plantas dedicadas a la producción de bioestimulantes, en particular el Lebame.  Al decir de Félix Hernández Blanco, especialista del grupo de Coordinación y Supervisión de AZCUBA en la provincia, esta representa una respuesta para paliar las carencias por las que transita actualmente el sector como resultado de la difícil coyuntura económica y financiera que atraviesa el país.     Según la fuente, la provincia cuenta hasta la fecha con ocho plantas que tendrán como principal misión la fabricación de bioestimulante Lebame, con posibilidad de incursionar en otras alternativas, que además de sustituir importaciones, contribuyen a elevar los rendimientos cañeros y no cañeros.  El central azucarero Perucho Figueredo, en el municipio de Encrucijada, completa la octava de estas instalaciones, lo que ermitirá a la provincia contar con una capacidad superior a los 20 mil litros de bioestimulante cada semana.    José Luis Moreno Rodríguez, jefe de fabricación del ingenio, dijo que en el montaje de este proyecto fueron utilizados recursos de acero inoxidable rescatados de una planta de torula que otrora existió aledaña al ingenio, lo cual la hace mas amigable con el medio ambiente.  Además, está diseñada para una capacidad de cuatro mil litros semanales y el pronóstico de iniciar sus operaciones a finales del actual mes de mayo.  Restarían por concluir sus respectivas plantas las empresas agroindustriales azucareras Carlos Baliño y Héctor Rodríguez, de los municipios de Santo Domingo y Sagua la Grande, respectivamente, para llegar a las diez previstas en el sector.  La producción de bioproductos como el Lebame, adquiere un gran valor al sustituir otros productos para estimular el crecimiento y desarrollo de los cultivos, mejorar el metabolismo de las plantas y su rendimiento, así como propiciar una mayor resistencia de las plantaciones frente a períodos de sequía o al ataque de plagas y enfermedades.

Oportuna respuesta de los agroazucareros villaclareños ante el déficit de productos para la agricultura

Ante el déficit de productos para atender las plantaciones y otros cultivos, los agroazucareros villaclareños incursionan en el montaje de plantas dedicadas a la producción de bioestimulantes, en particular el Lebame. 

A decir de Félix Hernández Blanco, especialista del grupo de Coordinación y Supervisión de AZCUBA en la provincia, esta representa una respuesta para paliar las carencias por las que transita actualmente el sector como resultado de la difícil coyuntura económica y financiera que atraviesa el país.    

Según la fuente, la provincia cuenta hasta la fecha con ocho plantas que tendrán como principal misión la fabricación de bioestimulante Lebame, con posibilidad de incursionar en otras alternativas, que además de sustituir importaciones, contribuyen a elevar los rendimientos cañeros y no cañeros. 

El central azucarero Perucho Figueredo, en el municipio de Encrucijada, completa la octava de estas instalaciones, lo que ermitirá a la provincia contar con una capacidad superior a los 20 mil litros de bioestimulante cada semana.   

José Luis Moreno Rodríguez, jefe de fabricación del ingenio, dijo que en el montaje de este proyecto fueron utilizados recursos de acero inoxidable rescatados de una planta de torula que otrora existió aledaña al ingenio, lo cual la hace mas amigable con el medio ambiente. 

Además, está diseñada para una capacidad de cuatro mil litros semanales y el pronóstico de iniciar sus operaciones a finales del actual mes de mayo. 

Restarían por concluir sus respectivas plantas las empresas agroindustriales azucareras Carlos Baliño y Héctor Rodríguez, de los municipios de Santo Domingo y Sagua la Grande, respectivamente, para llegar a las diez previstas en el sector. 

La producción de bioproductos como el Lebame, adquiere un gran valor al sustituir otros productos para estimular el crecimiento y desarrollo de los cultivos, mejorar el metabolismo de las plantas y su rendimiento, así como propiciar una mayor resistencia de las plantaciones frente a períodos de sequía o al ataque de plagas y enfermedades.       

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