Y eso fue lo ocurrido afortunadamente con el desliz de la reciente legislación sobre el incremento del precio de compra de la leche a los productores que estableció como requisito para considerarla de primera calidad que el lactodensímetro dijera que su densidad era igual o superior a 1,031 gramos por mililitro, un parámetro al que jamás han podido llegar nuestras vacas. 

Pues bien, ya tengo en mi poder una copia del documento del Ministerio de la Agricultura sobre la rectificación del error cuyo contenido explicaré a continuación. 

La leche de vaca acopiada a partir del primero de marzo con una densidad mayor o igual a 1,030 gramos por mililitro se pagará al productor a 38 pesos el litro. Cuando la densidad sea menor a 1,030 y superior o igual a 1.029 se pagará a 35 pesos el litro. Ahora bien, cuando la densidad  sea menos 1.029 e igual o superior a 1.028 se pagará el litro a 28 pesos y  cuando sea menor de 1,028, se pagará a 17 y no a cinco pesos como hasta ahora. 

Puedo anunciar también que se contemplan precios muy estimulantes para los litros que se acopien por encima del contrato, mayores aún en la etapa de sequía del primero de noviembre al 31 de mayo, y el incumplimiento por parte de un productor podrá pagarse acopiando el volumen de leche dejado de entregar en los próximos meses.