La República Islámica de Irán lanzó una operación militar de gran envergadura contra territorio israelí denominada «Operación Promesa Verdadera III», según confirmó el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica en una declaración oficial. El ataque se produjo pocas horas después de que Israel ejecutara una agresión militar contra instalaciones iraníes.
La respuesta iraní se desarrolló en tres oleadas coordinadas de misiles balísticos que impactaron múltiples objetivos en territorio israelí. Los primeros reportes confirman que varios proyectiles alcanzaron el edificio del Ministerio de Seguridad Nacional de Israel, según información difundida por la agencia iraní IRNA.
Objetivos estratégicos bajo fuego
La operación iraní se caracterizó por su precisión geográfica. La primera oleada de misiles se dirigió contra Tel Aviv, la capital económica israelí. La segunda fase concentró sus ataques en Haifa y el norte del país, mientras que la tercera oleada volvió a impactar el sur de Israel y nuevamente Tel Aviv.
Entre los objetivos más significativos se encuentra la base aérea de Nevatim, donde la Fuerza Aérea Israelí mantiene estacionados sus aviones de combate F-35I Adir de quinta generación. Esta instalación militar recibió impactos directos de misiles balísticos iraníes.
Coordinación estadounidense previa al conflicto
La escalada actual tiene antecedentes que revelan las alianzas regionales contra Irán. Según Reuters, Estados Unidos notificó previamente a Qatar y otros aliados regionales sobre el ataque israelí planificado contra Irán, evidenciando el nivel de coordinación entre Washington y Tel Aviv.
El Departamento de Estado estadounidense envió una nota diplomática el jueves por la tarde, confirmando que el ataque israelí estaba programado para esa misma noche. Esta comunicación alcanzó a varios países de la región, incluyendo Qatar, horas antes de que se materializara la agresión contra territorio iraní.
La información diplomática revela que tres fuentes familiarizadas con el asunto confirmaron esta coordinación previa, lo que añade una dimensión geopolítica significativa al actual escalamiento militar entre ambas naciones.
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