Tamara Sáez Mosquera, secretaria provincial del sindicato, detalla que ya se realizaron asambleas piloto en Corralillo, Manicaragua, Placetas, Santo Domingo y Santa Clara. En octubre y noviembre, el municipio cabecera concentrará el grueso de las sesiones, con cobertura casi total.
«El Anteproyecto de Código reconoce el protagonismo sindical: ningún administrativo puede decidir sin el aval del dirigente sindical», subraya Sáez. Esta participaciónactiva responde a inquietudes históricas del gremio, como la exclusión de los trabajadores en decisiones clave.
Desde el sector educativo se han propuesto mejoras concretas: reconocer el trabajo invisible de auxiliares y técnicos, incorporar prácticas laborales remuneradas para estudiantes de carreras pedagógicas, y garantizar condiciones psicosociales que protejan la salud mental del personal docente.
También se sugiere reducir el servicio social obligatorio de tres a dos años para los graduados de carreras pedagógicas, como incentivo a la permanencia y al vínculo temprano con las comunidades escolares.
«Queremos que el nuevo Código represente a cada trabajador desde su realidad», concluye Sáez. Las propuestas se recogen en actas y se tramitan en 72 horas, con apoyo jurídico desde la Universidad Central y cobertura de organismos que atiende el sindicato.