A media mañana de este miércoles la escultura de metal volvió a su parque para deleite de los vecinos y los transeúntes, en especial, de los niños, tan acostumbrados a jugar con ella.
El escultor santaclareño Arnaldo Artiles dio vida a la obra en memoria del burro Perico. A mediados del siglo pasado el borrico real recorría las calles de la urbe y ganó el cariño del pueblo —y ya desde entonces, sobre todo, de los pequeños—.
Desde su instalación, hace varias décadas, la escultura metálica sufrió deterioro a causa del paso del tiempo, el clima y también por las indisciplinas sociales. Hasta perdió la cola. ¡Tocaba renovar la imagen de Perico!
Por eso la obra fue retirada el 26 de mayo para su restauración. El proceso corrió a cargo de Reluxes Herrería, un proyecto de desarrollo local de Santa Clara.
Artiles, el escultor, mantuvo contacto con el colectivo desde la fase de estudio del proyecto.
«Respetamos el diseño original. Usamos una plancha de acero similar a la primera, del mismo espesor y material. Le abrimos los característicos orificios. Aplicamos un tratamiento anticorrosivo, y para la terminación, una pintura del mismo color que la concebida por el escultor», comentó Mario Valdivia Beyra, director de Reluxes Herrería.
Según su hijo, Julio Valdivia, el trabajo fue un poco difícil por la cantidad de detalles, sobre todo en la zona de la cola.
Los trabajadores de Reluxes Herrería dicen sentir orgullo por contribuir a renovar la vida de uno de los íconos más populares de Santa Clara.
Las obras, con motivo del aniversario 335 de la ciudad, recibieron la aprobación del Consejo de la Administración Municipal.