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Más allá del rosa y el azul (+Audios, Fotos y Video)
Imagen: Tomada de irmaos.com

Más allá del rosa y el azul (+Audios, Fotos y Video)

Laura Beatriz Zaita Arjona, Lianett Hurtado Mateo y Yandry Machado Mederos (estudiantes de Periodismo)

Domingo, 29 Septiembre 2024 08:46

Los estereotipos surgen del proceso cognitivo de categorizar o agrupar objetos, animales o personas. Son tan antiguos como la propia humanidad, aunque no siempre tuvieron una definición establecida. Se han arraigado con tanta fuerza en la sociedad que muchos asumen, esquemáticamente, que mamá es la única en casa facultada para regar las plantas, o que, puertas afuera, papá es el único capaz de trabajar en la construcción.

En particular, los estereotipos de género son un subtipo de los estereotipos sociales. Constituyen un conjunto de creencias, pensamientos o representaciones acerca de lo que significa ser hombre o mujer. Estas ideas preconcebidas inciden en diversas esferas: apariencia física, intereses, rasgos psicológicos, relaciones sociales, maneras de pensar, de percibir y de sentir, ocupaciones, entre otras.

Blanca González Gabaldón, investigadora española, afirmó que estas ideas son reflejos de la cultura y la historia. Debido a ello, nacen y se mantienen porque satisfacen  las necesidades que tiene tal contexto de preservar normas ventajosas para él.

Un mundo estereotipado

El nuevo Índice de Normas Sociales de Género, proyecto auspiciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), reveló estancamiento en la superación de los estereotipos de género contra las mujeres en la última década.

El informe indicó que la mitad de la población global todavía cree que los hombres son mejores líderes políticos y más aptos para los negocios. Estos criterios aumentan los obstáculos que enfrentan las mujeres y se reflejan en la pérdida de sus derechos en diversos países.

Diseño: Laura Beatriz Zaita Arjona
Diseño: Laura Beatriz Zaita Arjona

Por otro lado, en Estados Unidos las mujeres constituyen una parte significativa de la población y más de la mitad de los electores. Sin embargo, históricamente han estado subrepresentadas en el Congreso. Aunque tal panorama ha cambiado regularmente en los últimos 30 años, la presencia femenina en la Cámara de Representantes y el Senado aún es baja.

No obstante, según el Informe Global sobre la Brecha de Género 2024 del Foro Económico Mundial, América Latina y el Caribe cerró casi tres cuartas partes de su brecha de género. La región posee el tercer nivel de paridad más alto del mundo, con un 74,2%. A su vez, se encuentra en segundo lugar respecto al alto empoderamiento político de todos sus territorios.

En lo que respecta a Cuba, Agne Martínez, doctora en sociología, dijo: «En el ámbito laboral se manifiesta la reproducción de roles. Por ejemplo, hay mayor tendencia por parte de las mujeres a ser secretarias o a participar en la limpieza, labores menos comunes entre los hombres. Sin embargo, hay mujeres con cargos, aunque a medida que la jerarquía incrementa, la presencia femenina disminuye. No obstante, en la base y en niveles intermedios existe paridad entre ambos géneros».

Según la Encuesta Nacional de Igualdad de Género, la cantidad de personas entre 15 y 74 años que reproducen ideas o estereotipos de género en Cuba supera el 95%.

El rol de los medios, la educación y la familia en la conformación de los estereotipos

Los medios de comunicación fomentan y perpetúan imágenes de hombres y mujeres que se ajustan a los estereotipos de género tradicionales. La difusión de estos roles se asocia con dos funciones: promover la venta de artículos y mantener el statu quo, donde impera un sistema patriarcal.

Leslie Díaz Monserrat, máster en Periodismo, declaró que «las industrias culturales construyen fórmulas o usan fórmulas exitosas que permiten la construcción de estereotipos. Por ejemplo, uno de los más famosos que existe es el de la mujer rubia, muy sexy y quizás no todo lo inteligente posible. Es un estereotipo que se construyó a través de la figura de Marilyn Monroe».

«Las industrias culturales funcionan a partir de mensajes que sean de fácil consumo, los cuales esclerotizan la capacidad interpretativa de los usuarios. Todos estos estereotipos son construcciones simbólicas, construcciones culturales, de aspectos como lo que es la belleza, el éxito o la felicidad», aseguró.

De igual modo, la violencia de género aparece en los medios de una forma más sutil, pero igualmente dañina. El sociólogo Pierre Bourdieu acuñó esta tipología como “violencia simbólica” .

Diseño: Laura Beatriz Zaita Arjona

El sistema mediático promueve desde tiempos remotos la imagen de mujeres seductoras y la sexualización de la figura femenina. En estas proyecciones se subestiman los rasgos de personalidad o habilidades individuales.

Según el criterio de Olga Bustos Romero, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los estereotipos de género en la publicidad presentan a mujeres bellas, seductoras y muy delgadas, como modelos para ser valoradas, especialmente por los hombres. No obstante, estos últimos no escapan de la influencia de los medios, pues usualmente son distinguidos por el éxito laboral, por los deportes, entre otros ámbitos.

La publicidad, como importante instrumento de comunicación social, influye en las actitudes, estilos de vida e imágenes. Esto a su vez moldea las "necesidades" de las personas, y puede afectar la percepción corporal y de sí mismas.

Diseño: Laura Beatriz Zaita Arjona

Sin embargo, la figura femenina ha cambiado dentro de la publicidad con el transcurso de los años.

Sobre todas estas estrategias y actividades mediáticas se conforman los efectos a largo plazo en la audiencia. Estos influyen en las creencias y actitudes que asumen los individuos frente a la realidad.

Dichos patrones de comportamiento resultan muy diversos debido a la heterogeneidad de la sociedad. Sin embargo, en ocasiones los estereotipos están tan arraigados en la mentalidad colectiva que se normalizan y pasan desapercibidos.

Lo anterior se demostró en un estudio de recepción realizado en México por Mercedes Charles, especialista en comunicación educativa. La muestra consistió en treinta maestras, quienes recibieron un curso previo sobre la importancia de un enfoque crítico hacia la televisión.

Resulta relevante mencionar, además, aquello que se acepta desde la propia individualidad, influenciado por la familia y el sistema educativo.

Diseño: Laura Beatriz Zaita Arjona

Los efectos perjudiciales de los estereotipos de género

Las víctimas de la discriminación y la desigualdad de género pueden experimentar fuertes consecuencias por la presión social a la que son sometidas. Estas repercusiones pueden manifestarse de forma individual sobre la salud psíquica y la forma de relacionarse.

Rosa María Barrios Junco, profesora de psicología y especialista en la temática de género, comentó que «desde que una mujer queda encinta, las preguntas giran en torno al género del bebé. A partir de ese momento, todo se subdivide según el sexo de la criatura. Si es hembra, todo lo relacionado con ella es rosado y todo se asocia a lo socialmente establecido para las niñas: los juguetes, los colores, la ropa. Lo mismo ocurre con los varones».

Todas esas acciones mediatizan lo que se enseña, y cómo se enseña, lo permisible y lo prohibido, así como las formas de comportamiento. «Por lo tanto, desembocan en una repercusión psicológica en la construcción de la identidad de género, lo que puede generar conflictos», enfatizó Barrios Junco.

Durante la adolescencia y la infancia ejerce mucha influencia la idea del grupo, de los iguales, el autoestereotipo. Por tanto, el tema del rechazo por ser diferente puede conducir al bullying y, en su expresión más crítica, al suicidio.

«A nivel de relaciones interpersonales, también afectan las dinámicas de parejas en la distribución de las tareas domésticas, la sobrecarga que experimentan las mujeres por una doble jornada laboral: primero en el trabajo y luego en el hogar. Además, existe la concepción de que ellas deben encargarse de los hijos solo por su género», explicó la psicóloga.

Diseño: Laura Beatriz Zaita Arjona

Por otra parte, los estereotipos de género en el sector masculino mutilan los gustos o maneras de expresión por temor a ser tildado como “diferente” o a que se cuestione la hombría o sexualidad.

Hacia la igualdad real

En la lucha por la igualdad de género, resulta crucial romper los estereotipos que han perpetuado  la discriminación durante años. Los informes de diferentes países arrojan una carencia de programas para combatir tales prejuicios. 

El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo y la UNESCO presentó, hace algunos años, una nueva ficha informativa para combatir los estereotipos en la educación y mediante esta.

Amelia Fernández de Monje Arregui, consejera del Gobierno de Navarra y galardonada con el Premio UNESCO de Educación de las Niñas y las Mujeres en 2019, afirmó que los docentes deben adoptar enfoques transformadores del género, para ayudar a los estudiantes a  desarrollar su potencial como individuos y no como grupos separados de niñas y niños.

Las conversaciones sobre esta temática deben desarrollarse en un ambiente de humanidad y respeto mutuo. De igual modo, sería conveniente realizar un llamamiento a la sociedad para que saque provecho de las buenas prácticas en materia de no discriminación.

Y tú, ¿qué opinas?