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La impronta de Estéfano en la estación de alevinaje Pispavón
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La impronta de Estéfano en la estación de alevinaje Pispavón

Ramón Avalos Rodríguez.

Miércoles, 16 Abril 2025 07:17

A un lado de la carretera que conduce a la comunidad de El Santo, municipio de Encrucijada, se encuentra desde hace más de cuarenta años la estación de alevinaje Pispavón.

Un lugar donde es difícil no encontrarse con Estéfano Quintana Martínez, un hombre de piel curtida que,  desde hace cuatro décadas, deja su impronta, desanda cada día, de un lado a otro, lo que se conoce de memoria.

Al llegar a la unidad e indagar por nuestro interlocutor, imaginamos tropezar con una persona de lenguaje corto, todo lo contrario, allí estaba, suelto en la palabra con la misma rapidez de sus pasos.

Con una amplia hoja de servicios en estos menesteres de lidiar en un centro dedicado a la reproducción de peces. Incansable, y por el que el colectivo siente un gran respeto.

Y es que Estéfano, en cada palabra, transmite el orgullo y el peso de su compromiso con un colectivo al que le ha dedicado su vida.

Sabe cuán importante es su presencia en el colectivo, de sus años en el lugar donde ha vivido momentos buenos y también situaciones difíciles que han demandado cuotas extras de esfuerzo y lo que son jornadas de sacrificio.

Estéfano Quintana Martínez, ha sido testigo, allí en la estación de alevinaje Pispavón, en el municipio de Encrucijada, de las adversidades que se viven en el cumplimiento de su labor y pocos conocen la vida de quienes pasan horas buscando una buena entrega de larvas y alevines.