Su niñez transcurrió como la de muchos de su edad que no contaban con una familia que gozara de amplios ingresos, no obstante, siempre tuvo el apoyo de su padres, lo que le permitió llegar hasta alcanzar, en una escuela privada en Camajuaní, el título de técnico medio en secretariado comercial.
Y tuvo sus sueños y añoranzas, como el de haber estudiado medicina, que se evaporó con el tiempo. La vida le deparaba otros derroteros y desde muy temprano tuvo que conocer el rigor del trabajo.
Allá por el año 1960 apenas contaba 17 años cuando inició su vida laboral en el actual matadero Osvaldo Herrera, entonces Empacadora Abreus SA, donde comenzó como cajero y jefe de personal.
Desde entonces comenzó a tejer su historia de vida en estos quehaceres en el procesamiento de las carnes de cerdos y la res, ocupando diversas responsabilidades, pero sin abandonar el sector.
Nada supera el vínculo con la entidad, le entra por los huesos desde muy joven, por eso contar la historia del desarrollo de la Empresa Cárnica de Villa Clara sin Jorge, estaría incompleta.
De sus 81 años de vida, le ha dedicado a esta actividad 64, un hombre entregado a su labor, querido y respetado por todos, es una realidad colmada de sueños y resultados que lo hacen merecedor del reconocimiento de los trabajadores.
Con una sonrisa en la cara, se le ve feliz, a pesar de los golpes que le ha dado la vida.
Jorge Pérez Palmero, un hombre que vive de su nobleza, ama lo que hace y toda una vida ligada a la empresa cárnica de Villa Clara, la que se sabe de memoria.