Durante muchos años, estaba en ROJO como una de las industrias más contaminantes del país, por los vertimientos de manera directa al río, de igual nombre de la ciudad.
Esta crítica situación cambió, luego de un proceso de reconversión tecnológica, con una nueva planta que emplea tecnología de punta, más productiva y segura que sustituye el proceso de fabricación utilizado hasta ahora, basado en el mercurio metálico, compuesto químico que contaminaba las aguas de la cuenca Sagua la Grande.
La Planta Cloro Sosa, está a la vanguardia productiva en el archipiélago cubano. Las producciones de la industria garantizan la demanda de cloro gas e hipoclorito de sodio, imprescindibles en los acueductos así como en las piscinas del país, máxime en la temporada de verano.