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Que nadie se confunda por la definición del periodismo como “el mejor oficio del mundo” que hizo Gabriel García Márquez.

¿El mejor oficio del mundo?

Jesús Álvarez López

Miércoles, 23 Octubre 2024 08:19

Que nadie se confunda por la definición del Periodismo como “el mejor oficio del mundo” que hizo Gabriel García Márquez.

El Gabo debe haberlo expresado desde el amor por los demás que destila esta profesión tensa y difícil, siempre a la intemperie.

Por tanto, el ojo público se dividirá entre los que te alaban y los que te critican, o lo que es peor, ni te leen ni te escuchan.  

Lo que sí puedo reafirmar es que hasta la crítica más fuerte que hacemos “sin morder” como pedía Martí, no lleva el gozo implícito, al contrario, va cargada de amor,  animada por la intención de hacer el bien, desatar nudos, resolver problemas, denunciar errores,  o invitar a las mentes que deciden al gimnasio para que cierren cualquier portón de entrada a la rutina o la autocomplacencia.

Incluso cuando el escenario se complejiza, como en estos días, y muchos descansan de su labor diaria,  la nuestra resulta aún  más necesaria, y debes buscar en tus neuronas alguna exposición que pueda interesar.

En tiempos difíciles te encuentras a la fuente que rehúye ofrecer información a la espera de mejores resultados, como a veces te dicen con cierta dosis de pudor, como si el periodista recibiera su salario mensual aun desde el silencio y como si sólo en lo positivo o reconfortante existiera noticia. 

Y así nos suele recordar el espejo al mostrarnos la testa encanecida que se nos ha ido gran parte de la vida, a los profesionales de la prensa, entre el sudor mental y las incomprensiones, pero permeados de un masoquismo empedernido, de los que sufren mientras cumplen el deber,  porque este oficio tiene como el más sagrado de los objetivos  desde tiempos de Gutenberg, servir a los demás. 

Fui testigo más de una vez del trato amable de Fidel hacia nuestra prensa. No olvido sus palabras en aquel congreso sindical al que fui invitado comenzando el periodo especial.  

Pidió a los periodistas que cubrían el evento con el cariño del padre cuando aconseja a un hijo, no informar cifras sobre la zafra azucarera para que no llegaran al enemigo,  siempre al acecho para bloquear nuestras exportaciones. “Les pido este nuevo sacrificio”, nos dijo entonces. Y se me quedó guardado en mi memoria, el respeto de Fidel por nuestro oficio.