La iniciativa se dirige a erradicar las zonas infestadas por el marabú en tres provincias del país, con el propósito de restaurar paisajes agrícolas de la geografía nacional.
Mariano Quintero Almeida, titular del proyecto de Desarrollo Local Aramac Agricultura resiliente para la adaptación y mitigación al cambio climático, en la Finca El Despertar, de Corralillo, aseguró que gracias a IRES, los campesinos asociados recibieron maquinarias entre las que se hallan: tractores, desbrozadoras, rotocultivadores y arados que facilitan la limpieza de las áreas en menor tiempo y la siembra de cultivos para el consumo de la familia y la comunidad.
Hasta la fecha logran en la granja unas 13 hectáreas sin la especie invasora y 10 hectáreas de bosque.
Al igual que Mariano, otros campesinos de Villa Clara, Matanzas y Las Tunas, han transformado zonas ocupadas por marabú y pastizales degradados en sistemas forestales, agroforestales y silvopastorales, con la meta de llegar a más de 6500 hectáreas de tierras cubanas.
La finca El Despertar de Corralillo desarrolla también alianza estratégica con el Instinto Nacional de Investigaciones de Viandas Tropicales, INIVIT, para la creación de bancos de semillas con especies resistentes al cambio climático, avanza en la creación de trochas cortafuegos, logra más de 10 toneladas hasta la fecha de carbón de marabú, e incide en el mejoramiento de suelos erosionados. Asimismo, incorpora a jóvenes desempleados del territorio al trabajo en el campo.
El proyecto Internacional IRES se complementa con un aula-escuela de campo con áreas demostrativas, para fomentar la capacitación de productores y personas de la comunidad, y la aplicación práctica posterior de lo aprendido en cada módulo.
Para 2027, lRES pretende introducir prácticas agroforestales en 36 mil hectáreas de tierra del país y, a la vez, mitigar 2,7 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, y prestar ayuda a 52 mil agricultores familiares en Cuba, a mejorar su seguridad alimentaria, su nutrición y sus medios de vida, aseguró el sitio oficial del periódico Granma.
Este proyecto de la FAO es el primero de este tipo financiado por el Fondo Verde para el Clima en Cuba, y una de las 20 iniciativas de gran repercusión en la cartera de proyectos de la FAO financiados por el Fondo, por valor de 1 200 millones de usd.
Para 2027, el proyecto pretende introducir prácticas agroforestales en 36 000 hectáreas de tierra y, a la vez, mitigar 2,7 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, y prestar ayuda a 52 000 agricultores familiares en Cuba a mejorar su seguridad alimentaria, su nutrición y sus medios de vida.