A no pocos cubanos, que un día dejaron su tierra, les duele la actual situación económica del país, originada, en lo fundamental, por la política cruel de restricción comercial de Estados Unidos hacia la tierra que los vio nacer.

Algunos nutren la historia de estos tiempos porque, de su desempeño en otras naciones y su agrupación en diversas asociaciones, reúnen recursos disímiles para atenuar las carencias que hoy se enfrentan en Cuba en algunos servicios sociales como, por ejemplo, la salud pública. 

Por eso, cubanos que viven en Canadá agrupados en la Asociación “Juan Gualberto Gómez” de Toronto han enviado el periodo pandémico y hasta la fecha 14 480 toneladas y 12 contenedores de 40 pies con insumos médicos. Dos de ellos recibidos en el mayor centro de asistencia médica de Villa Clara, el Hospital Provincial Clínico-Quirúrgico “Arnaldo Millán Castro”, ubicado en la capital de este territorio, al centro de la mayor de las Antillas.

Así lo informó a la emisora provincial de radio CMHW, la activista de esa asociación Deisy Cobijo, quien resaltó la labor solidaria de la misionera canadiense Jennifer Raymer de “Together For Cuba” en su gestión de excelencia para la llegada a tierras del oriente cubano del contenedor 12 y su quehacer en donaciones destinadas a instalaciones infantiles, hogares maternos y campesinos.

Por esto digo que estos, así como otros cubanos, nutren la historia de estos tiempos, y con la tinta roja de su sangre escriben en mayúsculas “solidaridad” con la Isla que sintió el primer llanto de su existencia.