Una finca guajira que llama la atención a la distancia por la carretera que lleva al otrora ingenio El Vaquerito.
Y las dudas comienzan a disiparse cuando al llegar al lugar lo recibe Orelvis, su principal emprendedor, de verbo elocuente, y con el estrechón de manos advierte que estás frente a una persona curtida con el trabajo de todos estos años.
Orelvis Sosa tiene historias para contar sobre un lugar donde nació, creció y aprendió a andar en los ajetreos guajiros que siempre han sido su vida.
Pero desde hace cinco años regresó a su cuna para continuar una rica tradición campesina familiar que le lleva a ser responsable de cuanto allí hoy existe, revela con su verbo entusiasta, tranquilo y seguro.
El proyecto ha experimentado avances y resultados, aun cuando el camino no ha sido fácil, en el transcurso del cual ha tenido que desbrozar muchas insatisfacciones.

Y así todo comenzó hace cinco años para sacarle comida a la tierra, buscando siempre alternativas para lograr mejores dividendos. Al cabo de cinco años es un sueño hecho realidad. ¿Desafíos? Apostar por esta idea asociada a las buenas prácticas agrícolas que benefician a todos. Aprendiendo siempre de quienes le rodean, que lo han hecho un mejor agricultor.
La finca "Los Sosa", que abarca 18 hectáreas, actualmente está articulada a otros proyectos organizados en el movimiento de productores Los Valientes, que también lidera Orelvis en este municipio de Cifuentes.
Matizan la finca diversos cultivos, arboles frutales, una casa de tapado. Un lugar donde no hay espacio para que proliferen las malas yerbas y el marabú.
Un estrechón de manos selló este inolvidable encuentro con el entusiasta emprendedor, quien confesó que la tarea, por compleja que ha sido, no ha impedido hacer producir esta finca campesina que alcanza su primer lustro de creada.