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Un apasionado de la radio
Foto: Tomada de Vanguardia

Un apasionado de la radio

Tomado de Vanguardia

Lunes, 21 Agosto 2023 10:37

Basta decir Ramírez Cal, para que la gran audiencia villaclareña identifique al locutor, director de programas, promotor cultural y defensor de la música y la pelota cubana, galardonado con el Premio Nacional de la Radio 2023.

La pasión de José Gabriel Ramírez Cal por su novia, la radio, no ha cesado en sus 79 años de vida. Se ha hecho más fuerte, profunda e indestructible, como una alianza fundida en la entrañas de un volcán, pero con fuego que brota del alma y el corazón.  

El locutor, director de programas, presentador, promotor cultural, maestro de ceremonias, animador de fiestas populares, el maestro, el amigo, el hermano, el amante y defensor a ultranza del nuestro deporte nacional ha sido galardonado con el Premio Nacional de Radio 2023. La noticia se difundió con la velocidad de las ondas hertzianas y llenó de alegría el aire. 

«Estoy muy feliz», ha expresado Ramírez Cal, como lo conoce el pueblo. Y desde su entrañable Camajuaní, responde a las disímiles preguntas y muestras de cariño de colegas periodistas y radialistas, mientras el teléfono no cesa de sonar con personas felicitándolo desde todas partes del país. 

Con el impacto del galardón se desatan en su mente vívidos recuerdos, de cuando comenzó en la radio a los 19 años, el viernes 7 de junio de 1963. Fue por puro azar, pero lo marcó tanto ese mundo de sonidos y silencios que ahora, con el premio, se siente igual de entusiasta que en aquel entonces en el Centro Radial Revolucionario. 

Con orgullo expresa: «Soy de la Reina Radial de Centro», y sus ojos brillan como los de un niño deslumbrado ante la maravilla.  Pero más allá de los estudios, micrófonos y equipos de audio, el veterano creador también lleva consigo otras grandes pasiones. 

La amistad con la Original de Manzanillo y el amor por la música
«Mis nexos con la Original de Manzanillo comenzaron el 21 de diciembre de 1963. El mismo año en que empecé en la radio, ellos debutaban en los escenarios. Claro, no nos conocíamos entonces, sino tiempo después, pero enseguida simpatizamos. 

«El maestro Wilfredo Pachy Naranjo es uno de mis hermanos, no sanguíneos, pero sí de la vida. También, Pedrito, que ya no nos acompaña físicamente, a quien guardo en los lugares más recónditos de mi corazón.
«Recuerdo que en 1987 estábamos en el hotel Guacanayabo, en Manzanillo. Era uno de los delegados del Festival Nacional de la Radio que se realizaba allí. En ese momento ya estaba “cocinándose” aquello de “La Reina Radial del Centro”, pues se había lanzado ese sobrenombre que hoy ostentamos, pero no estaba tan arraigado y popular como ahora.

«El locutor Franco Carbón, que compartíamos la misma habitación, me decía: “Chico, tú que conoces a Pachy, mira a ver si se callan, para yo poder dormir”. Figúrate tú, eran como las 3:30 de la mañana y aquella Original estaba en la piscina del hotel con todo su sabor. Y yo bajaba, estaba un ratico con ellos allí, pero no les decía nada. Decirle a Pachy que corte es perder el tiempo. Y Franco me preguntaba: “¿Qué te dijo?”, y le contestaba: “Dice que va a acabar ya”. Y aquellos bafles seguían retumbando.

«Cuando en 1988 se hizo el Festival aquí, la Original fue invitada por la dirección provincial de radio. Me tocó por vez primera trabajar oficialmente con ellos y ahí ya se amplió la familiaridad. En 1994 estaba yo en el evento MatamoroSon, en el teatro Heredia, de Santiago de Cuba, y todas las agrupaciones pasaron sin penas y sin gloria: Van Van, NG la Banda, Manolín el Médico de la Salsa y muchos más. Pero cuando llegó la Original, tenían dos piezas asignadas y tuvieron que tocar una tercera, porque el público del Heredia se paró de sus lunetas.

«Entonces, a Pachy lo entrevisté y le dije: “Después de cuatro años sin actuar en Santiago, ¿qué es para ti este recibimiento que te ha hecho la Cuna de la Revolución? Dijo: “No lo esperaba, ¡qué no se puede esperar de bueno de este Santiago de Cuba!”. Alguien que había venido a ese Festival MatamoroSon desde Sevilla, a llevarse a alguna orquesta cubana de invitada, optó por la Original, la cual asistió al Festival de la Salsa de Sevilla, España, uno de los más importantes en Europa. 

«Y de ahí para adelante empezamos a hacer giras. He ido, me parece, a todas las provincias cubanas con ellos. Son los más caballerosos, amigos, y ver cómo en todos los lugares de Cuba los reciben es algo espectacular. 

«Recuerdo en un gira en el 2009 estábamos en el hotel Camagüey e íbamos a tocar esa noche en Florida. Había una turbonada tremenda, como decimos en buen cubano, un tremendo palo de agua. Vino a escampar como a las 12:00 de la noche. Pensábamos que ya no había que ir y nos llamaron de Florida para que fuéramos. Nos dijimos, esto es por gusto. Cuando llegamos al lugar las calles anegadas, y empezó el concierto como a las 3:30 de la mañana. Terminó cuando el sol salió. Florida entera estaba allí con la Original, es una orquesta espectacular en la música de Cuba, la cual yo amo desde los inicios de mi vida. 

«Fui muy amigo de Barbarito Diez. Tenía familia aquí en Camajuaní y venía bastante. A mí me encantaba hablar con él y me enamoré de la música cubana a través de su personalidad. Es la Voz del Danzón, pero cuando le cantaba al Caballero de París…, estaba preparado para hacer todo.

«Mi nexo con la música de Cuba nace ahí, además me gusta mucho la salsa. En 1988 creamos el Salsómetro, que fue la primera lista de ese tipo confeccionada en el país. Tengo muchas anécdotas, por ejemplo, en los ómnibus me llegaba lo que estaba haciendo Van Van, Adalberto, Revé…, yo iba a la estación de Santa Clara y ahí me entregaban las cintas.

«Siempre tuvimos el privilegio de estrenar en el Salsómetro. Todos los sábados estrenábamos algo de fuerza. Eso fue muy bonito en aquella etapa». 

El béisbol y los Leopardos de Santa Clara

«¡A qué cubano no le gusta la pelota! Fui pelotero, aunque incipiente, por eso me gustan tanto las ligas menores que estamos viendo, los muchachitos. En mi caso corría poco, pero bateaba mucho.

«Mi tío era trabajador del ferrocarril, y por Camajuaní pasaba un tren a las 10:00 de la noche, que en la mañana del sábado nos dejaba en La Habana. Veíamos el juego de pelota en el estadio del Cerro (hoy el Latinoamericano), en el coloso. Nos quedábamos para el doble juego el domingo, a las 10:00 de la noche cogíamos el tren y a las 8:00 de la mañana del lunes yo estaba en mi escuela.

«Eso lo hicimos muchas veces. Vi a grandes figuras del país: Agapito Mayor, Conrado Marrero, Pedro Formental, Roberto Ortiz, Camilo Pascual, Julio Béquer, Rafael Noble, Pedro Ramos, Miguel Fornieles… Incluso, Orestes Miñoso me autografió una pelota Wilson, de aquellas con que jugaban. Él bateó un foul, yo lo cogí; se la tiré y me la autografió. ¿Y sabes qué?, la destrozamos ahí enfrente jugando pelota.

«Nunca me gustó la discriminación racial. Mi abuelo Ramiro Cal, que era el juez de Camajuaní, crio a un personaje muy moreno, Cayito. Y mi abuelo y muchas personas de mi familia me enseñaron a no discriminar a nadie por el color de la piel. Me hicieron ese favor.

«Entonces, molestaba ver que peloteros de la talla de José de la Caridad Méndez, Cristóbal Torriente, Alejandro Oms, Martín Dihigo… no podían estar en Grandes Ligas por el color de la piel. Y se fomentó, del año 20 al 50 del anterior siglo, las Ligas Negras o Independientes Norteamericanas.

«Del año 47 al 50 hicieron una Serie Mundial de negros contra blancos y en esos cuatro certámenes ganaron los negros. Dos de esos encuentros los dirigió Martín Dihigo. Y ahora, en el Salón de la Fama de Cupertown hay un pabellón completo de esos negros discriminados, diez de ellos pertenecen al equipo Leopardos de Santa Clara.

«Por eso la pasión mía de volver a ser Leopardos, ¿por qué no? La pelota es un espectáculo. Está demostrado con lo que ocurrió ahora en el play off Las Tunas-Industriales. Entonces el león rugía, y yo decía, pero el leñador no puede hacer nada de eso. No estoy en contra de los Azucareros ni mucho menos, ellos tienen su rica historia, y no podemos soslayarlos, como tampoco podemos hacerlo con la rica historia de los Leopardos de Santa Clara. Y poner en ese Sandino el rugido del leopardo cuando hagamos algo bonito, demos un jonrón o ganemos un juego. A la pelota le hace falta el espectáculo, porque es eso.

La locución cubana hoy
«Muy buena. En Radio Placetas hay una muchacha que es primer nivel, Aymée Marrero, que yo digo que si no es la mejor, es una de las mejores locutoras de Cuba. Y tenemos el caso de Patricia Angelino, en Sagua, que ya se jubiló. ¿Quién mejor que ella? Son dos símbolos, una jubilada y otra en plena ejecución. Esto, lo que yo conozco.

«Ahora bien, en el Noticiero de Televisión está Yissel (Filiú), ¡una maravilla! Cómo ese Rey Gómez, que nació en Sancti Spíritus y creció en esos años en Telesur, o como Aliana Nieves que está en Rusia Today (RT) en Español.

«Sí, la locución cubana goza de buena salud, y aquí en Cuba tenemos a grandes locutores y locutoras».