La ciudad, normalmente bulliciosa de música y conversaciones, se sumerge en un silencio sepulcral, un silencio que solo puede ser roto por el lejano relincho de un caballo. Es en estas noches cuando la luna se esconde tras las nubes y el viento gime entre las palmeras, cuando se dice que aparece el jinete sin cabeza.
La leyenda transmitida de generación en generación cuenta la historia de un capitán español, un hombre de gran fama y aún mayor crueldad que fue decapitado durante una revuelta de esclavos en el siglo XVIII.
Su cabeza clavada en una pica como advertencia nunca fue encontrada. Desde entonces su espíritu atormentado vaga por las calles de Santa Clara montado en un corcel negro, buscando incansablemente la parte perdida de sí mismo. Muchos claman haberlo visto, un espectro fantasmal que cabalga a toda velocidad por el callejón del Carmen, la calle Céspedes o incluso la misma plaza Vidal.
Los testimonios varían, algunos describen una figura vestida con un uniforme desgarrado de un oficial español, otros solo un bulto oscuro sobre un caballo inquieto, pero un detalle permanece constante, la ausencia de cabeza, se dice que su aparición es un presagio de desgracias. Unos dicen que su presencia anuncia la muerte de un ser querido, otros que precede a un desastre natural, sin embargo la mayoría coincide en que el simple hecho de presenciar su cabalgata es suficiente para helar la sangre y dejar una marca imborrable en el alma.
Pero es solo una leyenda, un cuento para asustar a los niños y mantenerlos en la casa durante la noche, o existe una verdad oculta tras los siglos de relatos, algunos investigadores han llegado a Santa Clara buscando evidencias de la presencia de este jinete, han registrado extraños susurros en medio de la noche, aunque ninguna prueba concluyente ha sido obtenida, estos hallazgos alimentan aún más la creencia de la autenticidad de esta leyenda.
Otros, los más escépticos, atribuyen las apariciones a ilusiones ópticas causadas por la neblina o a la sugestión colectiva alimentada por el miedo y la tradición oral; argumentan que la historia del jinete sin cabeza es simplemente una manifestación del folclor local, un símbolo de la lucha por la libertad y la justicia que marcó la historia de Santa Clara.
Sea cual sea la verdad, la leyenda del jinete sin cabeza sigue viva en el corazón de Santa Clara, es una parte integral de su identidad, un recordatorio constante de su pasado turbulento y un misterio que continúa desafiando la lógica y la razón.