Eso y mucho más ha sido para los villaclareños, y un poquito más allá, la W, como la mayoría prefiere llamarla, el espacio ideal para informarse y recrearse, a la vez que ha constituido un medio ideal para la educación y la defensa de nuestros valores patrios, virtudes que reconoce el pueblo.
Largo ha sido el camino recorrido por la CMHW desde su surgimiento en un lugar conocido como El lente de Oro, una óptica radicada en la hermana provincia de Cienfuegos. En ese momento solo contaba con una potencia de 100 watts en antena, un amplificador de 20 y una alimentación basada en vapor de mercurio.
Con su traslado a Santa Clara unos años después, y luego de su adquisición por el acaudalado Amado Trinidad, la emisora comenzó a mejorar su tecnología y a ganar en audiencia. Los convulsos momentos finales de 1958 y el triunfo de la Revolución pudieron contar con el apoyo incondicional de los radialistas de esta región, que se pusieron a las órdenes del Che y de Fidel.
Desde entonces, no ha habido momento trascendental en la historia de esta región, del país y del mundo que no haya sido contado por la Reina Radial del Centro, reconoce Alexander Jiménez, director de la radio villaclareña y reconocido periodista de la emisora, quien destaca algunos instantes en los que ha brillado el talento de los hombres y las mujeres que hacen radio en Villa Clara, entre los cuales mencionó: la zafra de los diez millones; la Operación Tributo, el 7 de diciembre de 1989; el empate del pedraplén Caibarién-Cayo Santa María; la movilización del pueblo villaclareño para la concentración del 30 de septiembre de 1996, en la que estaría Fidel; la llegada a esta ciudad de los restos del Che Guevara y de un grupo de sus compañeros caídos en Bolivia; la Misa que ofició en Santa Clara el Papa Juan Pablo ii; el programa Aló Presidente No. 298, del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, y las honras fúnebres del Comandante en Jefe Fidel Castro, aunque pudieran agregarse muchos más.
Cuenta, asimismo, la significativa labor del Grupo Dramático, creado en 1969, con lo cual se enriqueció la programación de la emisora e incrementó su audiencia, a lo que se unió el cambio de tecnología experimentado en la década de los 70, que mejoró los parámetros de calidad de la programación.
Gracias al talento de sus creadores y periodistas, evidenciado en los numerosos premios y reconocimientos obtenidos en los festivales nacionales de la Radio y otros concursos, hoy la W goza de una reconocida autoridad entre el resto de las emisoras del país, que ven en ella un referente de la radio en Cuba.
Espacios como el matutino Patria, surgido en pleno periodo especial para garantizar la información oportuna a la población, y Alta Tensión, un programa en el que cada semana se discuten a camisa quitada los principales problemas que laceran la vida del pueblo, han marcado el hacer de la radio en Cuba; aunque también pudieran mencionarse otros de mucha audiencia y prestigio, refiere el Director de la Radio en Villa Clara.
Por esas y otras razones, este 15 de julio, más que un cumpleaños, constituye un motivo para celebrar la entrega y el profesionalismo de un colectivo que ha sabido ganarse el afecto de un pueblo, que reconoce: «Si lo dice la W, póngale el cuño, que es verdad».