“Ciudad bajo palabra” surge bajo el apremio de contar con un espacio identitario en la emisora Estereocentro de Santa Clara. A la vez, la ausencia de un servicio de audio bajo demanda, concebido exclusivamente para internet, hacía que muchas historias quedaran en las ondas hertzianas sin que un público mayor y más universal las escuchara. Lo local, con sus implicaciones y límites, nos obligaba a repensar un espacio. Lo mundial y globalizado colocaba retos que no admitían dilación.
Surgido al calor de tales presiones creativas, el pódcast se propuso llevar cápsulas sobre la historia, la cultura y la identidad de la ciudad de Santa Clara sin que hubiese otro límite que el propio interés que tales piezas pueden despertar en los oyentes. Nos guía el amor por la originalidad de nuestro legado ancestral y la voluntad de no dejar que las nuevas generaciones olviden de dónde provienen.
En un universo donde priman el consumo de lo externo y el olvido del ser, “Ciudad bajo palabra” se ha propuesto lo contrario: partir de nosotros y luego ir hacia el mundo, sin que eso nos convierta en folcloristas superficiales.
Cada entrega es un pasaje a ese tiempo que casi resulta irreconocible, en el cual a veces se apuesta por el rigor del dato histórico, pero en ocasiones se deja que lo anecdotario, la fabulación y la mitología tengan la voz cantante. Sencillamente se apuesta porque la palabra llene el vacío, suplante la desmemoria y que el sonido con toda su potencia sea el protagonista de un despertar de la conciencia.
“Ciudad bajo palabra” no quiere extenderse, su duración es breve en cuanto a tiempo físico, pero cree en la perdurabilidad de un patrimonio que nos define. Hacia esas zonas del silencio nos hemos de dirigir en este proyecto, guiados por el amor, el retorno y las marcas de una vivencia que nos acompaña.
El primer episodio que compartimos desde la Reina Radial del Centro se acerca a la historia del llamado puente de los buenos, en la ciudad de Santa Clara.