«Mi hermano, ya fallecido, tenía una pequeña publicidad, ahí me inicié en el año 1956 y yo comencé con 14 años en esa especie de radio base que promovía cultura, información y con carácter comercial». 

El año 1959 definió para siempre su vocación: radialista apasionado, un súbdito de la Reina a la que sirvió con amor infinito.

«Me inicié en la vida laboral en el Ministerio de Obras Públicas, llegué a Santa Clara para vivir aquí y por los años 1967 o 1968 se hizo una convocatoria, y fui seleccionado. Empecé un programa que se llamaba Voces nuevas, en 1968, que dirigía Sergio Ruiz Perera, y cuando la zafra del 70 pasé a conformar la plantilla como redactor de noticias y locutor de noticieros, lo hacíamos junto a José Cangas, esos fueron mis primeros pasos en la W, en el Informativo».

Versátil, todoterreno, Iturria cumplió con profesionalidad cualquier misión en la CMHW: conducir programas informativos, revistas culturales, transmisiones de control remoto. Siempre con una calidad que marcó toda su vida profesional hasta su jubilación.

«Fui una de las voces informativas que más tiempo estuvo en el Noticiero de la CMHW, entré en el 69 y me mantuve durante décadas, me encanta la noticia, que tiene dramaturgia, después incursioné en muchos géneros, en el Noticiero W, Hablemos, remotos, programas en vivo, en la etapa de la zafra de los 70 nos íbamos a los albergues cañeros, trabajábamos las noches y de madrugada ya estábamos listos para hacer las transmisiones», agrega.

Improvisador nato, con una vasta cultura, capaz de crear imágenes sonoras con un torrente de palabras y con una voz dorada y redonda. «Lo que siento lo digo, el locutor tiene que tener agilidad mental, capacidad de crear imágenes en la mente del oyente», puntualiza. 

Iturria también fue profesor. Con su maestría formó nuevas generaciones de locutores.

«Me gusta hacer docencia, y desde 1982 impartí clases en la televisión, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Cienfuegos, es un orgullo haber trabajado en la formación de quienes hoy están ante los micrófonos y serán mejores que nosotros». 

Alfredo Iturria hizo duetos con otros locutores, que constituían un verdadero espectáculo radial. Zadis Flor, Franklin Reinoso, Aymara Orizondo, Bárbara Fortes, entre tantos otros, fueron sus compañeros de labor durante años. Voces inconfundibles que nadie olvida. 

«Hay una persona que guardo en mi corazón con cariño es Zadis Flor, una maestra radial, ella y tantos como Machín, Franklin, Ramírez Cal, Aramís González, entre otros. Ese grupo del que hablo se ha ganado muchos lauros, este grupo le pusimos la corona a la Reina, la responsabilidad de los jóvenes es que la Reina continúe con su corona siempre brillante y perdurable en el tiempo».

¿Qué es la CMHW para usted? Le preguntamos a Iturria. 

«Mi casa, mi Universidad y mi vida, me gustaría hacer Radio siempre. Si me preguntan ¿Qué quisieras si volvieras a nacer? Hombre de Radio».

Mi mensaje a los que están, a los que sembraron la semilla que hoy germina, un abrazo fuerte, a la gran audiencia de esta emisora y desearles éxitos, y un gran compromiso, que cada día con más esfuerzo le den mucho lustre a la Corona.