Hoy ya no están físicamente, pero viven en el corazón de los radialistas y lo más importante, de su pueblo, que es la mejor forma de perpetuarse más allá de la vida. Sus voces aún emocionan.

En nuestros archivos sonoros se conservan algunas de las grabaciones de esta trilogía de estrellas.

Pantoja, quien, por años, recorrió varias emisoras del país, y en W mantuvo su sección de comentarios "Pido la palabra", confesaba: «Me he sentido marcado por este medio tan importante, tan ágil, que trae discusiones, pero la Radio es como el amor, tiene maravillas, noches abrumadoras, tiene mucha pasión», afirmaba. 

Aldo Isidrón, quien se mantuvo como conductor de la sección "A propósito", reiteraba en las entrevistas concedidas: «la Radio es mi novia de siempre, fui voz de la publicidad antes de la Revolución, con el andar del tiempo fui voz de los noticieros, también escribí en prensa escrita, pero nunca la Radio se apartó de mi lado».

Por su parte, Franklin rememoraba que visitaba la Radio desde que era un niño de las manos de su padre, comentarista deportivo de CMHW, Radio Caibarién, «ha sido la vida entera, me adentré en la locución, la música y me ha penetrado eso tanto, ese bichito, que me dedico después de jubilado a digitalizar música que conservamos en discos, sobre todo cubana, hice los programas "Melodías de siempre", "Música y juventud", "La juventud de hoy", "Grupos vocales favoritos".

Pantoja no olvidaba el programa "Impacto", que era en vivo, con música y debate, y por supuesto, su estelar "Pido la palabra", de orientación político-ideológica, para debatir sobre las realidades de nuestro país.

Aldo Isidrón, acucioso investigador, sobre todo de la vida y legado del Che afirmaba que «la W me llenó de tristezas, alegrías, recuerdos, por ejemplo, la madrugada en que nos azotó el huracán Michelle, que dañó nuestro edificio, pero la W resurgió de las cenizas, e hicimos Radio en campaña, había que hacer Radio y se hizo, también el recibimiento a los restos del Che y sus compañeros de lucha. Confieso que amo la Radio, la Radio desafía los retos del siglo XXI, posee la magia de la seducción, te atrae y hace el amor contigo», solía decir. 

Franklin se consideraba un hombre-radio, porque «en este medio he hecho de todo, torrero, discotecario, locutor, realizador de sonidos, director de programas, soy orgulloso de ser un hombre de este medio que despierta la imaginación», aseveraba.

Pantoja recorría el país, pero siempre volvía a su casa grande, la W, «porque la cabra siempre vuelve al monte, aquí siento cariño, esa cercanía humana, fraternidad, entronque de lo humano y lo divino».

A 90 años de la CMHW, el tributo eterno a quienes permanecen entre nosotros y a quienes hemos recordado más en este aniversario de remembranzas, nostalgias y compromisos con esta Reina que hoy se enaltece con una corona que le colocó el pueblo para siempre.