CUETO, Holguín.–«Hacer por la localidad para fortalecer el país» es una convicción que defiende el mandatario cubano en cada lugar al que llega, y en los cuales colectivos y lugareños se afanan por seguir adelante, y demuestran con hechos cuánto más puede hacerse si se trabaja con empeño, inteligencia y de forma innovadora.
De cuánto puede lograrse con esa entrega e ingenio que singulariza lo cubano, conoció, en la jornada de este viernes, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en tres municipios holguineros: Cueto, Báguanos y Urbano Noris.
Tras visitas a Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma, y participar con jóvenes en conmemoraciones de fechas fundacionales en lugares sagrados de la Patria, el Jefe de Estado prosiguió la semana por Holguín, como parte del sistema de trabajo de la Dirección del Partido, de estar en diálogo permanente con las bases.
EL HOMBRE DE CUETO
«Primero muerto que con las armas en el piso», expresó Fernando Rosabal Tamayo, director del Centro Porcino de cebas de Marcané, entidad que, desde hace cuatro años, está por debajo de sus capacidades, pero ha encontrado alternativas para garantizar la alimentación de los animales, o al menos para sostener una parte de la masa.
A las naves de la unidad llegó el Presidente, acompañado por el secretario de Organización del Comité Central, Roberto Morales Ojeda; el primer secretario del Comité Provincial del Partido, Joel Queipo Ruiz; el gobernador del territorio, Manuel Francisco Hernández Aguilera, y las principales autoridades del municipio.
El colectivo de esta UEB de Tecnoazúcar Holguín, perteneciente a Azcuba, se ha volcado a la siembra de cultivos, con laboreo de bueyes a falta de combustible, y el empleo de subproductos de la fabricación de azúcar, como mieles, meladuras y saccharina, y de la fábrica de cerveza local.
Es la estrategia que se han planteado para la recuperación de la masa porcina, reducida casi al mínimo, pues de una capacidad de poco más de mil ejemplares para engorde, están manejando algo más de 200, a los que sí pueden garantizarle alimentación y mantener la unidad activa, para preservar su más valioso recurso: los trabajadores.
Ante tantas dificultades, Fernando no se desanima; todo lo contrario, se le ve optimista: «no estamos en cero, no estamos muertos, estamos vivos y luchando», dice.
LA CAÑA DE BÁGUANOS
En el municipio de Báguanos, Díaz-Canel dialogó con directivos y trabajadores de la ubpc cañera Rosell Cruz, de la empresa azucarera Ramón López Peña, que días atrás inició los cortes para la molienda en la provincia, que está concentrada en el central Fernando de Dios Buñuel, encargado de fabricar el azúcar de la canasta familiar normada de este territorio.
El mandatario reconoció que la cooperativa, a pesar de la falta de combustible, fertilizantes y otros insumos, ha sido capaz de mantener rendimientos por encima de las 70 toneladas por hectárea.
Según los parámetros de corte, la Rosell está enviando para el basculador una caña que reporta un Bric de 18,4, una madurez de 92 % y una pureza del 84 %.
Sobre la caña que aquí se está sembrando, y otros menesteres, conversó el Presidente con Edilberto Pupo, uno de los mejores productores de la cooperativa, quien, además de cultivar buena caña, ha dedicado una porción de sus tierras en usufructo a la siembra de cultivos varios para el autoconsumo familiar, la alimentación de sus trabajadores, las brigadas de corte y la venta a la población.
El central Fernando de Dios, único que muele en la provincia, fue el siguiente destino del Jefe de Estado. El director de la Empresa Azucarera de Holguín, Javier Cruz Silva, actualizó al dignatario sobre el comportamiento del ingenio en la presente zafra, que ha transcurrido con inestabilidad, por el suministro de combustible.
A pesar de ello, ha logrado producir meladura y aportar energía al sistema Eléctrico nacional (sen). El Presidente instó al colectivo del central a no desistir en el cumplimiento de su plan, aunque tienen un atraso grande, pues pudieron comenzar a hacer azúcar hace apenas diez días, el 18 de febrero, y debieron detener la molienda varias jornadas, por la falta de combustibles para las máquinas de corte y tiro.
A pesar del atraso en la producción de azúcar, el ingenio está moliendo desde el 23 de enero, periodo en el que ha producido meladura, con ingresos por 42 millones de pesos; mientras que de los 6 mw que puede generar el turbogenerador nuevo que tiene, están entregando cerca de la mitad al sen, lo cual también le está dejando sus ingresos.
FRENTE MAMBÍ
En el tercer municipio holguinero visitado este viernes, Urbano Noris, el Presidente dio continuidad al hilo conductor de la jornada, la agroindustria azucarera. En la destilería intercambió sobre las soluciones aplicadas para no dejar de suministrar alcohol a la economía.
Ante la carencia de mieles finales, aquí están usando como alternativa la melaza, limitada para algunas producciones, como los rones de alta gama, pero sí les permite fabricar, tras los procesos de fermentación, alcoholes para el balance nacional.
De tecnología moderna, la destilería del Urbano Noris incursiona en nuevos productos, como el Lebame, un estimulador foliar que está siendo muy demandando por los productores agrícolas de la región, ante el favorable efecto que tiene en los cultivos.
De los beneficios del Lebame también se le habló al mandatario en el Frente Mambí General Manuel Rodríguez Fuentes, uno de los lugares donde la provincia revitaliza su legendaria División Mambisa, que desempeñó un papel fundamental en el abastecimiento de productos agropecuarios a Holguín, décadas atrás.
El bloque del Frente Mambí en Urbano Noris, municipio cercano a la capital provincial, tiene 700 hectáreas de tierra, 544 de las cuales se destinarán a los cultivos varios. Está en sus inicios, apenas ha logrado fomentar y desarrollar 37 hectáreas de yuca; pero esto, afirmaron directivos y trabajadores, solo es el comienzo.
«Aquí hay tierra buena y agua, echen pa'lante», les dijo Díaz-Canel, a la vez que les solicitó que nunca más esta experiencia vuelva a declinar.