Como un rayo de luz y esperanza en la defensa de los sueños de un mundo mejor, se clausuró en la capital venezolana el Congreso Mundial de Juventud y Estudiantes Antifascistas, que por dos días reunió a mil jóvenes, 500 de ellos representantes de más de setenta naciones, para trazar estrategias contra las manifestaciones del fascismo, el neofascismo y expresiones similares en el planeta.