«Podría decirse que la lista ha quedado al desnudo como instrumento político de determinados grupos estadounidenses, cuyo interés fundamental es deshabilitar al Gobierno cubano e imponer un costo al interés, de la comunidad internacional y de la amplia mayoría de Estados Unidos, de tener una relación mutuamente beneficiosa con Cuba», dijo Rodney González Maestrey, director de la Dirección de Asuntos Legales y Análisis de la Dirección General de Estados Unidos de la Cancillería cubana, al tratar la reciente decisión del presidente estadounidense, Joe Biden, de eliminar a Cuba de la lista de Estados supuestos patrocinadores del terrorismo.