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El cinismo del imperio, en nombre de la libertad y los derechos humanos
Este memorando solo «refuerza la agresión y el bloqueo económico que castiga a todo el pueblo cubano y es el obstáculo principal a nuestro desarrollo». Foto: Granma.

El cinismo del imperio, en nombre de la libertad y los derechos humanos

Tomado de Granma

Martes, 01 Julio 2025 09:47

El «nuevo» memorando de Trump es violatorio de los derechos de toda una nación.

«Gracias al liderazgo del Presidente, Estados Unidos se compromete a promover la libertad y la prosperidad en Cuba. Que no quepa duda: bajo el liderazgo del presidente Trump, exigiremos cuenta al régimen ilegítimo cubano y apoyaremos al pueblo cubano en su búsqueda de la libertad y la justicia», dijo en x el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio.

El «elogio» de Rubio sucedió al titular que anunció, ayer, que «Donald Trump restablece su política dura hacia el régimen cubano». ¿Cuándo abandonó esa dura política la actual administración, o la anterior, o la primera de Trump, o cualquiera de las 12 que han pasado por la Casa Blanca desde 1959?

El último papel sobre Cuba, firmado ayer por el mandamás del imperio, es más de lo mismo. Sus pautas son: libertad para el pueblo, democracia, respeto a los derechos humanos y a la dignidad humana, y protección a disidentes y a «manifestantes pacíficos». Prohíbe legalmente el turismo estadounidense en la Isla, apoya el bloqueo económico, comercial y financiero; impide el restablecimiento de la política «pies mojados, pies secos», restringe las transacciones financieras a Cuba, y le otorga al «dedicado» Rubio la potestad para identificar cualquier entidad que esté bajo el control, o actúe para o en nombre de empresas cubanas, así como para regular sus transacciones financieras.

Respecto a los viajes académicos u otros, incluye que los viajeros deben «participar en un programa de actividades a tiempo completo que mejoren el contacto con el pueblo cubano, mejoren la sociedad civil y promuevan la independencia del pueblo respecto a las autoridades».

Anuncia el ajuste de la regulación que define el término «funcionarios prohibidos del Gobierno de Cuba», en el que se incluyen ministros y viceministros, miembros del Consejo de Estado y de Ministros, miembros y empleados de la Asamblea Nacional del Poder Popular, empleados del Minint y del Minfar, dirigentes de la CTC, miembros y empleados del Tribunal Supremo Nacional; directores, subdirectores y superiores de todos los organismos estatales cubanos; editores jefes, editores y subdirectores de organizaciones y programas de medios de comunicación estatales cubanos.

¿A quién o quiénes quieren engañar? Todo eso lo ha sufrido el pueblo cubano por más de 60 años. Al memorando «novísimo» le falta decir que es el mismo que el de Lester Mallory, en 1960, ese que mandataba a crear el caos, la desesperación. Ahora lo hace persiguiendo cada transacción cubana por el mundo, cayéndole atrás a cualquier fuente de combustible para Cuba, con lo cual busca hacerla inoperante. Le falta por decir que es el responsable de los apagones, el de la especulación financiera que ha creado la inflación en nuestra economía; el culpable de que el transporte pase por una precaria situación.

Le falta por decir que incluir a Cuba en la espuria lista de patrocinadores del terrorismo es parte de esa estrategia de aislarla, de cercenarle su comercio, con el objetivo de mostrar a la Mayor de las Antillas como un Estado fallido.

¿De qué libertad puede hablar el Gobierno que ha mantenido cárceles secretas, que encierra en ellas a cualquiera por cualquier motivo, y sin amparo legal alguno, solo porque no se aviene con sus estrategias de dominación, o porque en su modo neofascista los considera inferiores por ser inmigrantes.

¿Eso es democracia? ¿Es democracia asaltar el poder legislativo porque perdió una elección presidencial?

No se puede llenar la boca de respeto a los derechos humanos y a la dignidad humana el que manda a matar a un pueblo inocente, con sus niños, sus madres, sus ancianos, como el de Gaza, para instalar allí una riviera de grandes lujos.

¿Respeto a la dignidad humana pide el Gobierno que le negó el oxígeno, en medio de la covid-19 a ese pueblo que dice que va a proteger? ¿Acaso eso entiende cuando lanza contra su propia gente a un ejército para aplastar la opinión, cuando lo que piden es un trato justamente humano?

El miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, dijo en X que este memorando solo «refuerza la agresión y el bloqueo económico que castiga a todo el pueblo cubano y es el obstáculo principal a nuestro desarrollo. Es una conducta criminal y violatoria de los derechos humanos de toda una nación».