Arrozarena comunicó su decisión el pasado fin de semana, horas antes del viaje desde Antigua y Barbuda a Santiago de Cuba, sede del encuentro ante Bermudas, en el que la selección nacional buscará la clasificación a la siguiente fase del torneo.
Según la AFC, el jugador explicó que su posición está relacionada con la preocupación que le generan las últimas medidas migratorias implementadas por el Gobierno de Estados Unidos, donde reside, que restringen la entrada a ese país desde Cuba y otras naciones, lo que apreció como un riesgo para su carrera a nivel de clubes.
En un comunicado, la AFC consideró que “aun cuando tales disposiciones esclarecen excepciones para residentes permanentes, el proceder de Arrozarena deviene expresión de cuánto atenta contra el deporte el clima de incertidumbre y presión que generan esas medidas y las campañas que se orquestan al respecto”.
“Comprendemos que se trata de una decisión de carácter personal, que responde a circunstancias individuales, y confirmamos el compromiso del resto de la delegación de defender los colores de la selección y alcanzar el sueño mundialista”, concluye el comunicado de la Asociación de Fútbol de Cuba.