La sociedad de la nieve
Ganadora del premio del público en Festival de San Sebastián, nominada a 13 premios Goya, “La Sociedad de la Nieve” de J.A. Bayona ya se alza como uno de los títulos más importantes de Netflix.
En 1972, el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, fletado para llevar a un equipo de rugby a Chile, se estrella en un glaciar en el corazón de los Andes. Solo 29 de sus 45 pasajeros sobreviven al accidente. Atrapados en uno de los entornos más inaccesibles y hostiles del planeta, se ven obligados a recurrir a medidas extremas para mantenerse con vida.
Basada en “La sociedad de la nieve”, de Pablo Vierci, esta historia ya fue contada en la cinta mexicana “Survive” y en “¡Alive!”, pero ahora llega este realizador comercial, amante de la taquilla y la rueda en español dotándola de gran realismo.
Con más de dos horas de metraje, la película de supervivencia no es muy diferente a “Lo imposible”, también de Bayona, solo que en esta ocasión lo que importa es lo sentimental y la carga psicológica a la cual se someten los personajes.
Durante 71 días estuvieron estos chicos atrapados en esa montaña, en circunstancias verdaderamente angustiosas, en las cuales sobrevivir ya era un milagro.
Me recordó a “13 vidas” de Ron Howard desde el punto de vista de la lucha en equipo, de la unidad, la hermandad, creo que gracias a eso se salvaron. Este género cuando parte de hechos reales le va a llegar más al espectador, mucho más si detrás de cámara está alguien como Bayona. Su participación en “Penny Dreadful”, “El señor de los anillos” y dirigiendo “Jurassic World: El reino caído”, ya le han dado un estatus en Hollywood a nivel internacional, no en vano la propia Academia Española selecciona “La sociedad de la nieve” para competir por el Oscar.
Queda muy poco o nada de aquel realizador de “El orfanato”, ahora se cuidan más los efectos, se va a rodar a el Valle de las sombras y somete al reparto a extenuantes situaciones de frío para que logren entender sus personajes. “La sociedad de la nieve” es dura, desoladora y también en ciertas escenas repulsiva, como en las tomas de orina, cuando comen cigarrillos o postillas, logradísimas las secuencias de canibalismo, sugeridas y respetuosas.
Esencial la fotografía de Pedro Luque y el acompañamiento en la partitura de Michael Giacchino. Coralmente todos los actores dan lo mejor de sí, no solo a nivel físico, con esos kilos perdidos, sino en el plano dramático, los silencios, sus rostros y en los parlamentos. Enzo Vogrincic, Agustín Pardella, Matías Recalt, Esteban Bigliardi y Esteban Kukuriczka estupendos.
“La sociedad de la nieve” es una buena película, no la mejor de España en el 2023, pero sigue colocando a Bayona cada vez más en un peldaño extranjero del cual temo nunca escapará.
Monster
Cuando su joven hijo Minato empieza a comportarse de forma extraña, su madre siente que algo va mal. Al descubrir que el responsable de todo ello es un profesor, irrumpe en la escuela exigiendo saber qué está pasando. Pero a medida que la historia se desarrolla a través de los ojos de la madre, el profesor y el niño, la verdad va saliendo a la luz, poco a poco.
Un filme que se cuenta casi que a capítulos, de diferentes perspectivas, por un camino entre la intriga, el drama y ese sello tan particular del cineasta japonés. No soy fan de Koreeda, nunca lo he sido, su cine siempre me ha parecido aburrido, tópico y sobre todo reiterativo, “Monster” por suerte es diferente. El director de “Broker”, “Un asunto de familia”, “De tal padre, tal hijo” y “La verdad”, tiene en esta ocasión la oportunidad de hablar sobre el bullyng, el trato en las escuelas y claro las relaciones interpersonales.
Nada es lo que parece, cuando el espectador pasa al segundo fragmento es que comienza a entender que no está viendo una, sino tres cintas que terminarán por engranar en el último acto. Creo que hay algo destacable en el libreto y es que Koreeda habla de la madre, del padre que no está, de los progenitores que no quieren a sus hijos, de la abuela con culpa, pero no lo hace igual que en sus trabajos anteriores. La metáfora de los cerdos para hablar de una enfermedad, me pareció una genialidad.
“Monster” en ningún momento es “Close”, no necesita serlo, Lukas Dhont nos dio una historia trágica y profundamente conmovedora, Koreeda quiere que te quedes hasta el final y seas capaz de cerebralmente armar todas las piezas del caso. Colosales Soya Kurokawa y Hiiragi Hinata. En definitiva, una película sobre sentimientos humanos, incomprendidos, inocentes e infantiles, “Monster” es como ven los adultos aquello que no entienden o simplemente no quieren comprender.
Fallen Leaves
Ansa es soltera y vive en Helsinki. Trabaja con un contrato de cero horas en un supermercado, abasteciendo los estantes; luego clasifica el plástico reciclable. Una noche se encuentra accidentalmente con el igualmente solitario trabajador Holappa, un alcohólico. Contra todo pronóstico y malentendidos, intentan construir una relación. Como resultado, Holappa logra controlar su adicción al alcohol.
Lo primero que es una rareza en esta película es su metraje, 1 h 20, esto es casi un prodigio. Después nos enfrentamos a una película sencilla en su estética, pocos escenarios, personajes, para nada lleva un excesivo presupuesto, pero cuenta con un guion luminoso.
El director Aki Kaurismäki, como el cine finlandés que conocemos, es un narrador de cuentos, un soñador pero sobre todo es un hombre que cree en el amor al estilo Cupido. Los diálogos de “Fallen Leaves” son de los mejores que podrías encontrarte en una comedia romántica actual, absurdos, cargados de cinismo y también con una ternura abrumadora. ¿Es posible enamorarse a primera vista, realmente el amor perdura a pesar de todo, hay una persona destinada para cada cual?
Sin mucha filosofía o sentimentalismo, con guiños al cine muy peculiares, la escena de “The Dead Don't Die” de Jim Jarmusch me pareció muy divertida. Kaurismäki presenta a estos dos inadaptados sin esperanza, con más soledad que vida que deciden intentarlo. Dicen que el amor está donde menos lo imaginas y esa pudiera ser la tesis de la cinta.
De protagonistas Alma Pöysti y Jussi Vatanen, adorables y al mismo tiempo apáticos, sus interpretaciones encuentran ese equilibrio que es bastante difícil. Cine de autor, personal, intimista “Fallen Leaves” te deja precisamente con esas hojas de otoño lleno de ilusiones, Kaurismäki ha filmado una obra real y emotiva.
Club Zero
A Jessica Hausner le fascina ir contra lo establecido y dejar mensajes actuales en su filmografía.
Su nueva película “Club Zero” funciona como un dardo crítico para este mundo que busca la perfección física.
Miss Novak es una maestra que se une al equipo de una escuela de élite para dar clases de nutrición a jóvenes estudiantes. En poco tiempo, la maestra establece un estrecho vínculo con cinco de sus alumnos, sin que el resto de profesores se dé cuenta de lo que sucede. Hasta que todo da un inesperado giro muy peligroso. Estrenada en Cannes, el guion tiene bastante de surrealismo y de suspenso psicológico.
La directora nos tiene acostumbrados a planos minimalistas, a utilizar colores que rompen con el entorno y a crear una visualidad atípica. Si en “Little Joe” la reflexión iba sobre el amor, la soledad y las obsesiones maternales, “Club Zero” apunta hacia el mundo de las dietas, la búsqueda de los cuerpos estilizados y también la preocupación por el medio ambiente. Su ritmo es lento y pareciera que no sucede nada, sin embargo mientras más Miss Novak va entrando en la psiquis de los estudiantes la película adquiere otros niveles de paranoia.
Incluso hay una potente crítica al sistema educacional, a la diferencia de clases y como el ambiente familiar influye en el camino de cualquier adolescente. En el centro Mia Wasikowska de las actrices más infravaloradas de su generación, tan elegante, convincente y hasta bruja en este rol. Hausner es una realizadora comprometida con lo que quiere decir, el espectador la identifica y se deja arrastrar por su estilo y filosofía.
Napoleón
Otro año en el que le va mal a Ridley Scott, otra película que masacran y ningunean en la temporada de premios, “Napoleón” es un biopic a la manera de su director, solo así podemos alabarla. Narra los orígenes del líder militar francés y su rápido e imparable ascenso de oficial del ejército a emperador de Francia.
La historia se ve a través de la lente de la relación adictiva y volátil de Napoleón Bonaparte con su esposa y único amor verdadero, Josefina. La principal razón por la cual le ha ido mal en taquilla fue porque evidentemente a los franceses no les gustó cómo el director mira al conquistador, por no rodarla en francés y por la falta de rigor histórico.
El guion de “Napoleón” se inventa momentos, situaciones, diálogos que no existieron, pero resulta que es una película histórica no un documental, o sea es una obra de ficción. ¿Todo lo que se cuenta en “La casa Gucci” o en “Todo el dinero del mundo” fueron ciertas? y también son inspiradas en hechos reales y del propio Scott.
Cuando se estrenó “The last duel” para mí un título grandioso, al cineasta tampoco se le dio el tratamiento que merecía, lo que me lleva a pensar que es algo personal. “Napoleón” es una película artística, casi pictórica, más estética y tenía que de transmitir emociones o sentimientos. Es un hecho que al director no le interesa acercar al espectador al Corso de una manera fiel. No, se limita a contar lo más importante de su vida, lo espectacular.
Con sus dos versiones, una de 2 horas con 25 minutos y otra de 4 horas para Apple, el filme alardea de una dirección arte imponente. Desde la primera escena sabes que esto es algo épico, alejado de “El gladiador”, “El reino de los cielos” o “Robin Hood”. La fotografía de Dariusz Wolski nos lleva a esa Francia sucia, llena de vicios, elegancia y depravación, apoyado por el vestuario, maquillaje y peluquería.
Todas las batallas de “Napoleón” son tan colosales que simplemente quedo impresionada por la maestría de Scott para contar como nadie una decapitación o bombardeos.
Resulta interesante el amor de Napoleón por Josefina, esa relación tormentosa que tenían, en sentido general él era un hombre con una bipolaridad extrema. Joaquin Phoenix repite después de ser aquel emperador odiado que hacia sufrir a Rusell Crowe, está todo el tiempo en el personaje, mejor que en el “Joker”.
No veo el gran desempeño interpretativo de Vanessa Kirby, se queda por debajo de Phoenix, incluso en esas escenas donde es ella quien debería imponerse. Ridley Scott no rueda malas películas, el responsable de “Thelma y Louise”, de “Los Duelistas” y de “Alien” tiene más oficio que cualquier otro artista con más premios y reconocimientos.
“Napoleón” no debe verse como una copia exacta de alguien que existió, el cine es ficción, unas veces más otras menos, me quedo con un trabajo redondo a nivel cinematográfico.
The color purple
Steven Spielberg en el 1985 dirigió “The color purple”, título que ya ha pasado al término de clásico. Pleno 2023 y Sam Blitz Bazawule estrenó el remake con el mismo nombre.
Ambientada a comienzos del siglo XX, la historia sigue a Celie, una joven mujer negra que está creciendo en el difícil contexto del Sur de los Estados Unidos. Ella y su hermana Nettie tienen que sufrir el duro momento racial del año 1909, además del constante abuso por parte de su padres. Abuso físico y también sexual, dejando embarazada a Celie. Ella es forzada a tener que dar al bebé y casarse con el granjero Albert "Mister" Johnson, abandonando así a su querida hermana.
Durante décadas ambas hermanas tiene prohibido el contacto por las duras imposiciones del marido de Celie, que la tiene encerrada en casa y le impide recibir correspondencia. Celie intentará reconectar con Nettie con el paso del tiempo y con el cambio de paradigma en la sociedad americana.
Hay que decir que es muy valiente para convertir una obra de este tipo literaria y dramática en un musical, sobre todo en estos tiempos en los cuales el género anda muerto.
Me parece un poco extenso su metraje de casi 3 horas, pero teniendo en cuenta que casi toda la cinta tiene números musicales, pues no queda de otra. Esta versión de “The color purple” me falla en el clímax, el montaje es muy rápido, como si no diera tiempo a narrar todo. En otras escenas entonces parece una obra de teatro, el director nunca encuentra el tono para definirla.
La banda sonora corre a cargo de Kris Bowers y me parece lograda, lo que ocurre es que en la pantalla esa mezcla moderna, contemporánea, se me vuelve una imitación fallida de Molino Rojo. Spilberg es productor a través de Amblin y quizás por eso le sienta aun fantasmas de “West side Story”, también está el presupuesto de Oprah Winfrey y Quincy Jones. Bazawule realiza este debut por primera vez en solitario.
El mensaje feminista, racial, político está, sinceramente no era necesario otro remake y menos cambiándole el género, la cinta se deja ver pero no es redonda.
De protagonistas actrices que vienen del mundo de la música: H.E.R. y Halle Bailey que apoyarán la cinta más por esas cualidades que por actuación. Danielle Brooks, Taraji P. Henson, Corey Hawkins, Fantasia Barrino y Colman Domingo no ofrecen grandes momentos, no son actores con grandes registros, no se desdoblan, obvio aquí ya cantando se nota que les cuesta.
Esperaba un completo desastre de la nueva “The color purple”, no lo es del todo, pero siempre es mejor ir al origen.