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Primer plano: Luis Tosar en cinco tiempos

Bárbara Gretter Román, colaboradora

Domingo, 23 Junio 2024 14:36

En Primer Plano, recomendaciones cinematográficas y del mundo audiovisual.

Canallas

Joaquín, Brujo y Luismi, tres cuarentones de barrio sin oficio ni beneficio vuelven a encontrarse después de veinte años. Cuando Joaquín y su familia reciben una notificación del juzgado informándoles del embargo de su casa por culpa de sus tejemanejes, Joaquín, acompañado de Brujo y Luismi, intentará conseguir el dinero necesario… pero las brillantes ideas de los amigos no salen tal como esperaba.

Esta es la premisa de “Canallas”, la comedia tramposa de Daniel Guzmán.

El guion es divertidísimo, las ideas son ágiles y cada situación es más hilarante que la anterior.

Humor español en su salsa, el cineasta solo había rodado un documental y la cinta “A cambio de nada”, este sería su primer acercamiento a la comedia.

“Canallas” no es la clásica comedia donde sus protagonistas son imbéciles y actúan en consecuencia, aquí ellos son idiotas, pero al mismo tiempo son rufianes, una combinación explosiva. Funciona a la perfección la rapidez de los diálogos, este trío no para de hablar y para eso hacen falta intérpretes con carisma.

Qué bien están Joaquín González, Luis Tosar y Daniel Guzmán: esto va más allá de química, se la han pasado de maravillas.

“Canallas” me recuerda a “El club del paro”, Guzmán retrata a una España que intenta sobrevivir.

Código emperador

Jorge Coira presentó en el pasado Festival de Málaga su nueva cinta “Código emperador”.

Juan trabaja para los servicios secretos; con el fin de tener acceso al chalet de una pareja implicada en el tráfico de armas se acerca a Wendy, la asistenta filipina que vive en la casa y establece con ella una relación que se irá volviendo cada vez más compleja.

En paralelo, Juan realiza otros trabajos “no oficiales” para proteger los intereses de las élites más poderosas del país, que ahora han puesto sus ojos en Ángel González, un político aparentemente anodino cuyos trapos sucios deberá buscar o “inventar”.

El realizador se ha desempeñado generalmente en la televisión, en el caso de esta propuesta me sabe a thriller donde no encajan todas las piezas del puzzle.

Quizás porque no copia el estilo americano en ningún sentido, me resulta una historia aburrida.

“Código emperador” se pierde en su trama y tiene problemas para mantener el ritmo, incluso las escenas de acción tampoco son lo que se espera.

Luis Tosar de protagonista está en su zona de confort, donde se siente bien y no necesita arriesgarse.

Hace tiempo España está perdiendo la magia para rodar películas de este género, ojalá vuelva la época de “Que Dios nos perdone”, “El reino” o “Tarde para la ira”.

Maixabel

España tiene en su historia un capítulo doloroso y que sangrará eternamente: los asesinatos de ETA.

Muchos realizadores se han acercado al tema, unos con mejores propuestas que otros. Recientemente la cinta “Ane” y las series “Patria” o “La línea invisible” han removido el tema.

En 2021 tuvimos “Maixabel” nominada a 14 Premios Goya.

Maixabel Lasa pierde en el año 2000 a su marido, Juan María Jaúregui, asesinado por ETA. Once años más tarde, recibe una petición insólita: uno de los asesinos ha pedido entrevistarse con ella en la cárcel de Nanclares de la Oca /Álava), en la que cumple condena tras haber roto sus lazos con la banda terrorista.

A pesar de las dudas y del inmenso dolor, Maixabel accede a encontrarse cara a cara con las personas que acabaron a sangre fría con la vida de quien había sido su compañero desde los dieciséis años.

Dirigida por Icíar Bollaín (“Mataharis”, “También la lluvia”) es ante todo un trabajo respetuoso, tanto para las víctimas como sus asesinos.

A lo largo de dos horas, el filme no busca ser un producto didáctico, algo de lo que generalmente pecaban títulos del tema.

Bollaín, que últimamente no acertaba, —“La boda de Rosa” y “Yuli” fueron títulos pocos afortunados—, filma con “Maixabel” probablemente su mejor película hasta la fecha.

Junto a la poderosa música de Alberto Iglesias conocemos el momento en que a esta mujer le cambió la vida y el instante en que se enfrentó al responsable de ello.

Hablar de terrorismo siempre será sensible, estás poniendo el dedo en la herida, una que sigue sangrando. “Maixabel” se mueve entre el dolor, el duelo y por muy inexplicable que parezca, la capacidad de perdonar, de rectificar.

Blanca Portillo entiende su personaje, lo abraza con la contención requerida, pero es una actriz que siempre me resulta igual. Por su parte, Luis Tosar repite con la directora luego de “Te doy mis ojos”, nunca me da la psicología ni el drama personal de ETA, se queda inferior a Portillo.

Increíblemente, quien eclipsa es Urko Olazábal, un trabajo de interpretación magistral.

“Maixabel” pudo ser otra película más sobre un tema trillado, afortunadamente Bollaín propone un relato más íntimo y menos lacrimógeno.

Intemperie

Benito Zambrano (“La voz dormida”, “Habana Blues”) regresa a la pantalla grande con el drama a lo western “Intemperie”.

Un niño que ha escapado de su pueblo escucha los gritos de los hombres que le buscan. Lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente del infierno del que huye.

Ante el acecho de sus perseguidores al servicio del capataz del pueblo, sus pasos se cruzarán con los de un pastor que le ofrece protección y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.

La cinta se respira, se siente, todo en ella es epidérmico y su historia tiene la capacidad de llegar al espectador y conmoverlo.

Pese a lo evidente de su desarrollo y que sus personajes son estereotipos, “Intemperie” es una cinta que se deja ver por la capacidad de identificación con el público.

El reparto está muy bien equilibrado, tenemos a Luis Tosar, Luis Callejo por la parte experimental y a un impresionante Jaime López, una joven promesa de la actuación.

Los planos del desierto, la excelente banda sonora, la detallada fotografía y la dirección de actores hacen de esta áspera historia uno de los títulos españoles de obligado visionado.

Yucatán

Daniel Monzón recordado por “El robo más grande jamás contado”, “Celda 211” y “El Niño”, filma la comedia con pinceladas musicales “Yucatán”.

Lucas y Clayderman son dos estafadores que se dedican a timar a turistas ingenuos en cruceros de lujo. Hace años trabajaban juntos, pero la rivalidad amorosa por Verónica, la bellísima bailarina del barco, les hizo perder la cabeza y dio al traste con su sociedad. Ahora trabajan por separado, Lucas en el Mediterráneo y Clayderman en el Atlántico. Ese fue el acuerdo.

Pero un inesperado botín impulsa a Lucas a irrumpir en el barco de su ex socio, lo que convierte la exótica travesía de Barcelona a Cancún —pasando por Casablanca, Tenerife, Brasil y la selva de Yucatán— en un encarnizado duelo de tramposos, sin ninguna regla, pero con muchos golpes bajos.

Escrita por el propio Monzón junto a Jorge Guerrica Echevarría, el colaborador habitual de Alex de la Iglesia, el guion es irregular como todo en la película. No existe equilibrio entre los números musicales o los chistes, quizás porque “Yucatán” no es una comedia del todo.

El director no va en busca de la risa fácil, pero la trama tampoco es tan difícil de seguir.

Los problemas del reparto también le restan mérito al proyecto, coralmente no saben cómo engranar sus personajes estereotipados.

La simpatía y la gracia de Luis Tosar, Rodrigo de la Serna, Joan Pera y Stephanie Cayo, es nula.

Indiscutiblemente “Yucatán” no es la mejor película de Monzón, se deja ver pero se olvida con facilidad.