Obras representativas de artesanos invitados nutren hasta mediados de abril las salas expositivas de la ACCA en Santa Clara.
Antes, solo había mostrado sus piezas en salones de aficionados. Esta es la primera de Herminio Zamora Díaz que lo avala para su pronta membresía en la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA).
La conforman piezas que recorren toda su obra, que fue modificando, aumentando poco a poco, según la madera que le iba apareciendo para reunir la cantidad de piezas exigidas para la exposición, explicó a la radio.

Muestra obras tituladas Simbiosis, Ninfa del maíz, El Pensador, Hoja, Caracol Africano y El Jorobado, por citar en las que empleó maderas preciosas y cuanto pedazo llegara de la naturaleza a sus manos. Sus tallas están hechas en cedro, caoba, jiquí, majagua, quiebrahacha y mantequero,siempre trabajadas con gran esmero.
«Es como tal un sueño cumplido. Hacía mucho tiempo que yo tenía interés en presentar toda la obra que tenía», comentó .
«Una obra con un oficio, un acabado extraordinario» precisa Maidita García Mena, especialista de Comunicación en la ACAA villaclareña, y muestra de eso son estas obras maravillosas, de un acabado sorprendente y con una creatividad exquisita: un artista que no cesa su producción».

El salón contiguo propone miradas al trabajo textil, esta vez de un experimentado miembro que reside en Trinidad: Leonid Hernández Jiménez, miembro de la ACAA hace 16 años.
«Es como la puerta que se ha abierto para que no solo yo, ojalá que podamos venir muchas más personas para que se abra un intercambio; que podamos ayudarnos entre cubanos, lo mejor que podemos hacer los unos por los otros en estos tiempos».
Leonid muestra aquí creaciones suyas útiles en tejido macramé y de su mamá, Lucía Jiménez, manteles deshilados que expone y vende habitualmente en los portales del Museo de Arquitectura de Trinidad.

Leonid ha participado en las Ferias de Artesanía FIART para dar a conocer su proyecto “Manos a la obra”, cuyo objetivo fundamental es el desarrollo de la industria manufacturera; crear empleos dignos en cualquier lugar de Cuba, incluyendo Santa Clara y todas las zonas de difícil acceso. Y generar investigación, desarrollo, en interconexión con las universidades, precisó.