La novela fue presentada por su autor en la Casa de la ciudad de Santa Clara como parte del programa del Encuentro Hispanoamericano de Escritores. Publicada por la editorial Planeta, se agotó inmediatamente por el impacto que provocó en los lectores.

«Gente muy joven que tiene muchas referencias culturales sobre las cuestiones pop, de la cultura popular japonesa, de la internet, las cuestiones digitales, la tecnología, ciertos deportes que están fuera del oficialismo de todos los llamados deportes reyes. Yo trato de tocar otro tipo de deportes que cierta juventud ha popularizado y se lo ha apropiado, por ejemplo el skateboard, manejar BMX para hacer trucos, los patines y también resignificando un poco la idea de lo que es el oficialismo cultural dentro de algunos sectores de nuestros países», en increíble acogida, dice, en un país donde los libros pueden verse como un privilegio.
El libro está ambientado en una zona pesquera en el puerto del Perú que es el Callao, donde llegaban los barcos desde diferentes partes de Europa, del Caribe por ser un puerto importante. Y añade: «Siempre se pensó que en el Callao se mantenían como preferidos la salsa y como sueño ser pescadores. Pero con el impacto de la internet, la globalización, las nuevas tecnologías, la juventud empieza a ver el mundo de otra forma, desde su pequeño rincón. Yo creo que pasa lo mismo en Cuba, están muy actualizados, con una universalidad de temas que pueden hablarte de los animes, de las creepypastas, de la deep web, de tecnologías que están saliendo y que están muy conectados. Lo mismo pasa en mi país, pero todos estos personajes que trato de describir cambian precisamente esa idea prefijada que se tiene de lo que es la identidad cultural. Ellos están escuchando punk, están escuchando otros tipos de música más cercanas a ellos. Quieren salir a comerse el mundo, aunque es muy difícil para ellos», argumenta.

Otros libros trajo JJ Maldonado al encuentro hispanoamericano de escritores: "Narrativa mesiánica", "Una galaxia llamada One Piece", dos libros de ensayo. «Este último vamos presentarlo el domingo 21 de septiembre en Santa Clara, en una cafetería temática sobre anime llamada Red Line. Hay un público joven que está interesado en conversar un poco, charlar», asegura.
Es la primera vez que viene a Cuba y no será la última: «La gente es maravillosa, son muy cultos, están actualizados en muchos temas. He podido conversar con gente de Casa de las Américas, con un grupo de escritores. También he podido conversar con chicos de Santa Clara y me ponen muy contento porque podemos tratar temas que nos interesan, estamos al día en cosas que se están produciendo y eso está muy bien, crea una nueva comunicación entre país y país».