En un bohío lleno de décimas ocurrentes, transcurrió el evento de la espinela dedicado a Chanito Isidrón Torres, el bardo calabaceño al que todos los repentistas y el pueblo conocieron como El Elegante Poeta de Las Villas.
La sede de la imaginaria controversia poética, en homenaje a Chanito, fue la casa de cultura que lleva el nombre de otro grande de las letras, Onelio Jorge Cardoso, el Cuentero Mayor.

Lidia cultural a la memoria del simpático vecino del barrio Oriente, en Calabazar de Sagua, el carretero de Ayagán, el juglar en cuanta canturía o guateque se celebraba en los campos de estos lares.
Un jurado integrado por los escritores Reinaldo Cañizares Mesa, Leonardo Valdés y este autor, decidió otorgar el premio en la categoría de décima moderna a “Volar diferente”, de Adriel Pérez Espinosa, la revelación de la rima campesina en el poblado calabaceño.

Por su parte, los también escritores Amador Hernández y Alberto Rodríguez Copa, Premio UNEAC de Literatura, disertaron sobre el origen y desarrollo de la décima campesina cubana, además de abordar la particularidad humorística del verso de Chanito Isidrón, autor de novelas en décimas como Camilo y Estrella y Manuel García, el rey de los campos de Cuba.